HABLANDO AL PEDO, EXPULSIÓN NRO. 4.
DEGRADACIÓN
AMBIENTAL
EN CHUBUT NO SE HABLA DE ESTO….Y EN
BUENOS
AIRES TAMPOCO
(CUANDO
SE UNEN LA ESTUPIDEZ CON LA IGNORANCIA...)
Por Alicia Jardel
Profesora y Colaboradora de Investig'Action Bélgica.
www.produccion-animal.com.ar
Algo muy llamativo está sucediendo en Argentina desde
hace varios años.
En el final de este comentario introductorio daremos a
conocer una cifra que se desprende de esta historia que a más de uno va a dejar
helado.
Se trata de un tema poco difundido en los medios masivos.
En realidad, es más probable que aparezca en el National Geographic que en
nuestra TV abierta.
Por estos días, la prensa argentina e internacional se
ocupa extensamente de lo que está ocurriendo en Punta Tombo, Chubut, donde
miles y miles de pingüinos llegan hasta esas playas cercanas a la Península de
Valdez.
Los llamados pájaros bobos son la atracción para
visitantes argentinos y extranjeros. De todas formas, desde hace ya varias temporadas
a estas pequeñas criaturas de 50 cm de alto les surgió una
"competencia" que está alterando el mapa de las aves patagónicas.
Los albatros y las gaviotas se han multiplicado de tal
forma en esa geografía nacional que algunos biólogos del CENPAT (Centro de
Estudios del Medio Ambiente Patagónico) están estudiando de dónde proviene
semejante cantidad de ejemplares alados. A lo largo de todo el gigantesco golfo
San Jorge y en localidades pesqueras aledañas de Chubut y Santa Cruz, los
habitantes del lugar ven el cielo oscurecerse cuando las bandadas terminan
literalmente tapando al sol. Cabe aclarar que éstas aves son competidoras
feroces de los pingüinos alimentándose principalmente de los individuos
jóvenes. Esto no es nada nuevo ya que se ha mostrado en muchos documentales
sobre el tema (comentario de H.A. Cordo).
¿De dónde salieron? ¿Por qué son tantos?, se preguntan.
Usted, con razón, también se puede preguntar:
¿Y esto que tiene que ver con nuestra realidad?
Ya llegamos, esté atento a la cifra que le vamos a
revelar.
Estos gigantes del aire despegan hacia el mar en busca de
comida...
Los científicos dicen que cada día encuentran más comida,
por eso se reproducen tanto, por eso son cien veces más que en los cercanos
años noventa; cien veces más.
Resulta que tanto los albatros como las gaviotas
encuentran flotando cientos de toneladas de peces muertos muy cerca de la
costa...
¿Es la contaminación?, ¿Es un fenómeno natural?
No,
es simplemente corrupción en Argentina.
El Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la
Nación tuvo una desastrosa idea:
Retirar los inspectores que iban a bordo de los pesqueros
y los fresqueros que buscan langostinos, cambiándolos por meros
"observadores", con un casi nulo poder de policía.
Este hecho coincidió casualmente (o no tanto) con otras
dos situaciones desgraciadas:
1. La Comunidad Económica Europea expulsó de sus mares a
los buques congeladores que eran altamente depredadores. Ante la imposibilidad de trabajar en el viejo
continente, las grandes empresas españolas emigraron hacia Argentina, donde la
depredación es una palabra desconocida, casi sin uso.
2. Las autoridades provinciales de Santa Cruz y Chubut
(el gobernador Das Neves, fue uno de los que permitió esta depredación)
completaron el círculo permitiendo a las naves factorías foráneas a tirar (sí,
a tirar por la borda) aquel pescado que no les conviniera.
Desde entonces, los buques que buscan langostinos sólo se
interesan por esta especie, que cuesta en el mercado internacional 18 dólares
el kilo.
Por ello, arrojan al mar la merluza, el cazón, el
abadejo, las rayas y hasta el salmón, que caen en sus redes.
Como la merluza es un predador del langostino, ejemplares
de muchísimo kilaje quedan atrapados, son llevados a la cubierta y luego
arrojados al mar. Como estos peces viven a 80 o 90 metros bajo la superficie,
una vez subidos al barco mueren por una normal diferencia de presión. Aunque
sean devueltos al océano, ya están muertos.
¿Quién se los come?
Acertó: los albatros y las gaviotas...
¿Sabe
cuántas toneladas de merluza tira al mar cada uno de estos barcos de 40 o 50
metros de eslora? 10 toneladas diarias; 10.000 kilos. ¡¡¡CADA BARCO!!!
Siga sumando con nosotros.
10.000 kilos por día, sólo de merluza (no estamos contando centolla, ni abadejo, ni
cazón, ni salmón, ni nada de eso) hay que multiplicarlos por la cantidad de
barcos que salen a buscar langostinos.
¿Sabe cuántos son, cada día, sólo en esa zona?
NUNCA
MENOS DE CIEN.
Multiplique, cien barcos, que tiran diez mil kilos de
merluza, SON UN MILLÓN DE KILOS DE
PESCADO ARROJADOS AL MAR CADA VEZ QUE SALE EL SOL.
¿Sabe cuántos argentinos podrían comer estos manjares
gratis cada día?
Un millón de compatriotas, que dejarían de tener hambre,
porque un kilo de excelente pescado es un regalo de los dioses.
¿Sabe cuál es el país que tiene la mejor educación y la
tecnología más avanzada del mundo?
Japón.
¿Y sabe cuál es la base de la comida nipona?
No es el arroz como nos hacen creer, es el pescado.
¿Hace falta detallar las virtudes que les traería a
nuestros chicos alimentar sus cerebros con fósforo de nuestros mejores
ejemplares marinos?
Estos números que causan vergüenza fueron denunciados una
y otra vez por los marineros no nucleados en el SOMU, el sindicato que dirige
el impresentable "Caballo" Suárez, ese irresponsable titular del
gremio marino que se emborrachó en el medio de una gira de Cristina Kirchner
por Europa, generando un escándalo que motivó que lo sacaran de la delegación.
La oposición a Suárez le ha implorado a los empresarios,
a los gobernadores patagónicos y a las autoridades nacionales, que terminen con
esta depredación del recurso y que alimenten a la gente pobre, que también
existe en el sur de nuestro país.
¿Saben cuál fue la respuesta de los dueños de las
pesqueras españolas?
Tratan de no contratar personal de a bordo argentino,
optando por peruanos y bolivianos que no se quejan de la depredación; porque,
total, la plataforma continental no la sienten como propia.
¿Saben qué contestan los políticos argentinos?
Les bajan los impuestos a las ganancias para que ganen
más y no sigan protestando.
Hace pocas semanas, los marineros opositores se rebelaron
y quemaron varias plantas de procesamiento en Puerto Deseado.
Uno de los pedidos, además del salarial, era que dejaran
de tirar pescados muertos al mar.
Los científicos extranjeros que analizan la
multiplicación de gaviotas y albatros señalan con resignación:
"La causa de semejante mutación en la población de
aves no es otra que la enorme riqueza de los argentinos, casi tan grande como
su propia estupidez."
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ECOLOGÍA Y RELIGION
Por Hugo A. Cordo
Ing. Agrón., Entomólogo, Master of Science, Univ. of Florida, EE.UU.
Desde que el hombre es hombre y comenzó a vivir en tribus
pequeñas, familiares, la supervivencia era el denominador común. Comida,
vivienda y protección contra agresores. Los animales, casi todos, eran fuente
potencial de comida y en las largas glaciaciones que ocurrieron en el mundo,
más esenciales que nunca. En la actualidad todavía en China se consume todo lo
que camina, repta, vuela o salta.
Se cazaba lo que estaba a tiro, desde ratas, conejos,
ciervos y luego, cuando las tribus fueron más numerosas, el mamut. Estamos
hablando de tiempos prehistóricos, muchos siglos antes de la aparición de Jesús
y toda la liturgia que se generó después: En el Génesis, los Diez Mandamientos,
etc. inspirados en la doctrina de Cristo, todo ser viviente obtuvo su derecho
de existencia y respeto.
Pero esto, fue la llama de un fósforo. La Iglesia lo
cambió todo y puso a los animales en un estado de "servidumbre",
donde los animales y plantas cumplían la función de "servir o ser
utilizados por el hombre" y se le daba a éste el derecho de cazarlos,
masacrarlos, exterminarlos por alimento, piel, grasa, etc.
Aún hoy quedan muchos resabios de esa filosofía: ¡Gente
que me pregunta ¿para qué SIRVE un perezoso?!!! La pregunta implica ¿qué es lo
que se puede utilizar de ese animal, su carne, su piel o hasta su destreza para
utilizarlo como animal de circo?
Esa triste y terrible visión del reino animal perdura
hasta nuestros días y gracias a iniciativas aisladas de muchas ONG distribuidas
a lo largo y ancho del planeta, las cosas están cambiando. Las palabras
ecología, etología, nicho ecológico, extinción, han permeado el lenguaje común
de muchas culturas, y gracias a Dios, tenemos hoy una visión más benévola
acerca del derecho que tiene todo ser vivo de habitar la Tierra.
En mi perspectiva la influencia que puede haber tenido el
Génesis, los Diez mandamientos y otros escritos sagrados, ha sido efímera y ha
sido ignorada por la mayoría de las sociedades de todo el mundo (hay algunas
excepciones), hasta ahora. Y esto recién comienza. Porque la tala irracional y
comercial de decenas de bosques eliminan árboles centenarios de a millares y la
cacería de animales por sus productos continua: Las ballenas, atunes, peces de
todo tipo, zorros, aves de diversa índole continúan su lento y penoso camino
hacia la extinción. Por supuesto, que no he incluido aquí a la vida inferior,
insectos, arañas, moluscos, corales y muchos otros. ¿A quién le importa que se
extingas unas 20 especies de insectos por día? No nos olvidemos que las abejas
son insectos y gran parte de nuestra alimentación depende de ellas.
Se considera que se extinguen en total unos 150
organismos vivos por día en el mundo. De los conocidos, en el año 2021 se
extinguieron 23 especies: 10 aves, 9 mejillones, 2 peces, 1 murciélago y 1
planta. Esta estadística es engañosa porque nos hace creer que es TODO lo que
se extinguió. La realidad es que la naturaleza pierde un enorme caudal de
material genético cada minuto de cada día y los números REALES seguramente
estarán muy por arriba de lo estimado. No nos olvidemos que lo CONOCIDO, es
solo una parte menor de todo lo que existe. Nos falta mucho conocimiento de los
mares y océanos. De las selvas tropicales, subtropicales y frías. Y si incluimos
a la vida microscópica como protozoos, algas, bacterias, rickettsias, hongos,
virus, nuestra ignorancia va mucho más allá de nuestro conocimiento.
El ser humano es un organismo totalmente visual. Es
absolutamente imprescindible QUE VEA LOS EFECTOS DE SUS DESATINOS para que se
decida a tomar acciones. El cambio climático, el calentamiento global así lo revelan.
Sin embargo, y aún con todos los ejemplos de que este cambio es REAL todavía
hay líderes del mundo, Trump por ejemplo, que se niegan a reconocerlo. El pobre
de Al Gore pasó 20 años dando conferencias alrededor del mundo alertando a los
países sobre el cambio climático. ¿Resultados? Muy escasos. En el último
protocolo de Kioto, que se realizó en París en 2015, se lograron algunos
cambios TEÓRICOS Y PROMETEDORES, pero hay que ver, como en los anteriores, si
se llevan a la práctica. En esa conferencia, Al Gore convenció a los indios de
no construir creo que 40 plantas térmicas de energía eléctricas basadas en
CARBÓN, terriblemente contaminante. Mencionemos que en la India ya existen
cientos de estas centrales que son las fuentes primarias de creación de
electricidad del país. !!!EN LOS EE.UU. HAY 511!!!
En el acuerdo de París mencionado ocurrió algo
inesperado: Los EE.UU. FIRMÓ EL PROTOCOLO. Hasta este momento se había negado a
hacerlo en todos los anteriores. Aleluya hermanos, que gran logro para la
humanidad. ¿Saben que ocurrió después?, que el presidente de Trump (quien
rechaza el cambio climático) dio un portazo y retiró a EE.UU. del acuerdo y los
esfuerzos de Gore se fueron por el inodoro en menos de lo que canta un gallo.
Soy muy pesimista respecto de lo que la humanidad pueda hacer para evitar la extinción
de especies. Estamos haciendo algo, pero es muy tibio, muy lento. La
desaparición de especies marcha a un ritmo alarmante, tanto en el reino animal
como vegetal. La superpoblación humana está arruinando la Tierra y si no la
detenemos de alguna manera, la sobrevivencia de la humanidad, tal cual la
concebimos hoy, tiene sus días contados.
BRAVO!!!
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