martes, 18 de enero de 2022

 DESAMPARADOS EN EL TEMIBLE CHACO BOLIVIANO 

(CAP. 4 DE 4)


(Continua del Cap. 3: “Cené y me fui a dormir temprano para llegar a la clínica a las 0700 cuando esperaba otra llamada del Cónsul”)


Día 10, miércoles 7 marzo 1979: Esperé hasta las 1030 h la llamada del Cónsul. No ocurrió. Fui a ENTEL y lo llamé (87.5 bol por 7 minutos). Le expliqué lo del dinero y me dijo que me prestaría 200-300 dólares y que averiguaría como enviármelos. Respecto del taxi aéreo que no me preocupara que él conocía gente en eso y que lo enviaría cuando yo se lo pidiera (5000 bol. Ida y vuela el vuelo, no por persona). Fui a reservar pasajes para el vuelo del viernes a La Paz pues acordamos con Byron que ya estaría recuperado para viajar. Quise cambiar dinero argentino pero me fui imposible. Byron recurrió a otros 100 verdes y compré el pasaje en el Lloyd Aéreo Boliviano a 660 bol. a La Paz. Le recomendé a Byron que llamara a su esposa para informarle de su vuelo y para que comprara el de Braniff del jueves que llegaba a La Paz a las 2235 h. Fui a ENTEL y pedí la llamada para las 1200 h, hay generalmente 3-5 horas de demora. Volví a la clínica. Hablé con Byron y salí a comer a las 1300 h. Se descargó una violenta lluvia que duró hasta las 1900 h, calculo unos 50 mm. Por esa razón no pude llamar al SABCL. El misionero Mr. Wri me llamó, el Cónsul le dijo que depositó 6000 bol en el banco a mi nombre o el de Byron. Mañana lo retiraré. Hoy fue el mejor día de Byron desde que comenzó su diarrea, exactamente el jueves pasado a las 1030 h. Estuvo animado, de buen semblante a pesar de la barba y dispuesto a comenzar a hablar con la esposa. La memoria le falla muchísimo, no recuerda nada de lo hablado ayer. Fue una sola vez de cuerpo. Estuvo sin suero gran parte del día esperando la llamada de la esposa. Pero sigue siendo un enfermo algo difícil. No le gusta el arroz con leche, la mazamorra, el té, la manzana con maicena. Para tragar las píldoras y sellos hace un escándalo tremendo.

Hoy vence mi periodo de permanencia en Bolivia. Por suerte pude solucionar este problema fácilmente. Cuando me presenté al comando para que me sellaran los papeles de tránsito me lo advirtieron. Les expliqué la situación y me dieron una prórroga. Si todo sigue bien mañana con Byron y no sigue lloviendo es probable que podamos llevar a cabo los planes. La pista de aterrizaje es de tierra, si sigue la lluvia habrá problemas. 


Día 11, jueves 8 marzo 1979: Llamé al laboratorio temprano para que informaran a la Sra. Burson que yo había comprado el pasaje de Byron para hoy a la noche. Nuestra llamada esta aún demorada por la lluvia. Es posible que ella llame ya que Virginia le dio el teléfono de la clínica. Sin ningún problema pude cobrar los 6000 bol que me envió el cónsul al Banco de Santa Cruz a pesar que estaba a nombre de Córdova. Sigue muy nublado y la posibilidad de lluvias aún no se disipó. Lloviznó finito toda la tarde. Llamé al laboratorio. Hable con Rosa y Henry. Ya le avisaron a la esposa de Byron que compré el pasaje. Parece que las cosas van mejorando. Byron anduvo muy bien hoy. Comió una sopa más consistente con papas, cebollas, carne y puré con un bife chico. A la noche igual. De postre gelatina como desde el comienzo de la internación. Tuvo una sola deposición en todo el día y algo más consistente. Su problema es la memoria, no recuerda absolutamente nada lo hablado el día anterior. Me pregunta a cada rato que día es hoy y a la hora que sale el avión mañana. Llevé el certificado médico al Lloyd Aéreo Boliviano para probar que está en condiciones de volar. Llamó la esposa del misionero y dijo que la Sra. Burson definitivamente vuela esta noche a La Paz. Lamentablemente, a mí entender, el vuelo de Byron mañana no saldrá. Con el dinero andamos bien. Pensaba retirar a Byron de la clínica hoy pero en el hotel no hay agua así que mejor que se quede en la clínica. El costo es menor también. 


Día 12, viernes 9 marzo 1979: Mal día para el gaucho. Lloviznó todo el santo día y se canceló el vuelo, por supuesto. Byron tenía lágrimas en sus ojos cuando se enteró. Parece un niño al que no dejan ir a jugar, muy ablandado el hombre. Golpeó en la mesa fuerte con el puño y se vino abajo. Continuamente culpa a su esposa por no haber venido a Camiri. Anda de aquí para allá, bamboleándose al caminar como un borracho. Al salir de la clínica hoy a la mañana no tuvo ni un gesto de agradecimiento para nadie. Ni una palabra. Se fue y chau. Sumergido en su propios problemas, sin ver a los que los rodeaban. Me molestó mucho esta actitud. Yo hice lo que pude para agradecer las atenciones de todos. Gente simple, con escasos conocimientos de enfermería, higiene, etc. Pero con muy buena voluntad y preocupados realmente por la salud de Byron. Creo también que nos hicimos querer y que van a extrañar a estos dos personajes para ellos algo inusitados.

Fuimos al hotel y tomamos una habitación grande, hoy con agua por suerte. Hablamos con Mr. Peters en la Embajada en La Paz. Muy amable acordó tratar de ubicar a la Sra. Burson. Volvimos a la clínica a las 1200 h y a las 1800 h otra vez para finalizar la serie de Trifacilina, el antibiótico contra la tifoidea. Apenas regresábamos estaban llamando desde La Paz y por fin Byron pudo hablar con la esposa después de una semana de la llegada de ella a Asunción.

Sigue lloviznando con intermitencias. Peters sugirió un taxi aéreo a Santa Cruz. Un misionero amigo hace el viaje por unos 50 dólares y según dijo es un tercio del precio normal. Hay que llamarlo a Santa Cruz. Byron cenóo consomé de pollo y nos fuimos a la cama.


Día 13, sábado 10 marzo 1979: Preparamos todo para el viaje pero llovió por la noche y sigue lloviznando. Los vuelos cancelados. Arreglamos las cuentas. Almorzamos. Llamé al laboratorio, sin novedades en el frente. A la tarde todo igual, sigue la llovizna y todo cancelado. A la noche fuimos al restaurante chino. Muy barato, 79 bol. Después fui al cine. Interesante, 8 bol. Dos películas, El Derecho del Amor y Los Gauchos Judíos. Flojitas las dos. Lo mejor fue que se podía fumar en la sala. Hay dos mormones en el hotel, Mr. Shirt y Snow, gente muy amable.


Día 14, domingo 11 marzo 1979: Sigue lloviendo, ¡lo parió! Todo cancelado, rutas, aeropuerto. Hubo una sugerencia: ir a Boyuibe pues habilitarían el camino a las 1000 h y Byron podría tomar el ferrobús a Santa cruz. Sale de Boyuibe a las 2000 h y llega 8 h después. Pero decidimos que no por el riesgo de encajarnos en el barro, una puta experiencia que nos había dejado su marca por mucho tiempo. Escuchamos que había 150 vehículos atrapados entre Camiri y Santa Cruz y algunos también en la Cuesta del Cuervo entre Camiri y Boyuibe. Además el camino no se habilitó a las 1000 h y ningún ómnibus salió en ninguna dirección hoy. Almorzamos en el chino. Los mormones me obsequiaron El Libro del Mormón y unos folletos muy interesantes. Si me veo obligado a quedarme a vivir en Bolivia creo que me haré mormón, ya tengo todos los papeles necesarios. Tratamos de hablar con la Sra. Burson por radioaficionado pero lo dejamos para la noche porque hubo dificultad en encontrar alguno en La Paz. Ayer, Byron hablo con la esposa por radio, vía satélite en Telecomunicaciones. Ella estaba de mal humor y le dijo que se volvía a USA. Él le pidió que se quedara hasta el lunes o martes. La esposa lo debe tener cagando (más que la diarrea, creo) a juzgar por la preocupación de él. Casi llorando, golpeo el portafolio contra la pared y maldijo todos los problemas, deseó que ella no hubiese venido nunca, la lluvia, etc. 


Día 15, lunes 12 marzo 1979: Siguió lloviendo. ¿No es increíble tantos días de lluvia seguidos? Dije ya anteriormente que este fue uno de loa años más lluviosos de las últimas décadas y es así. Por ende, todo cancelado y sin novedad. Hablé al laboratorio a la mañana. A la tarde no pude. Conseguimos todos los papeles restantes en la clínica: análisis e informe. La situación es frustrante. Llegaron algunos vehículos de Boyuibe, un jeep con dos muchachos de Córdoba pusieron 7 horas para hacer los 65 km entre ciudades. El camino esta terrible y ENTEL continua cerrada. Byron habló con la esposa por radio de Telecomunicaciones. Ella se quedará hasta el jueves esperándolo. Fue muy lacónico. Cuando le preguntó del equipaje dijo “no problem” y cuando del dinero dijo “ok, no problem”. A la noche recibimos por la radio de los misioneros un mensaje de ella. Tenía la posibilidad de regresar a USA a las 2330 h y quería saber que pensaba Byron. Él le dijo que esperara. El avión petrolero con 20 pasajeros llegó hoy, pero es solo para los trabajadores pretoleros. 


Día 16, martes 13 marzo 1979: Uyyyy, martes 13 hoy, ¿que nos deparará el destino? Hoy fue el día “D” para Byron. Hubo idas y venidas al Lloyd, al petrolero, en fin a cualquier parte. Yo me decidí a partir a cualquier precio. Fui al Comando a que me dieran salida pero luego me enteré que todos los caminos estaban cerrados hasta las 1600 h y después de esa hora dijeron que por todo el día. Después de almorzar, los mormones llegaron excitados con la noticia de que el Lloyd llegaba. Fue una avalancha de gente. Preparamos las valijas y fuimos de urgencia al Lloyd. A las 1515 h confirmamos que efectivamente llegaba al aeropuerto. Llegó a las 1640 h después de ciertos apretujones y espera.   Finalmente Byron lo abordó. Los mormones que iban a Santa cruz deberían esperar el regreso de Sucre para salir esa misma tarde a su destino. Pero no tuvieron suerte pues el avión no haría a tiempo para volver de día. No hay luces en la pista. Cuando Byron estaba a bordo y listo para despegar cancelaron el vuelo por lluvias en Sucre, el siguiente destino. Todos los pasajeros abajo. Ansiedad, angustia, incredulidad. Byron sentado en el suelo llorando y muy frustrado. No era para menos. A los 5 minutos llamaron a bordo otra vez y esta vez fue la definitiva, el avión despegó nomás. Mientras Byron esperaba llamé al laboratorio y pude hablar con Stella y María Eugenia. Fue fantástico escuchar sus voces. Me emocioné mucho. Lamentablemente estaba intranquilo por mi ubicación (por la utilización de la radio clandestina), cerca del aeropuerto, con muchos pasajeros llegando y pasando a mi lado. Hubo mucha interferencia por los motores pero al final la recepción fue buena. Siempre es así. Creo que se debe al calentamiento de los cristales de transmisión de mi equipo. Cené en el chino, fui al cine a ver Los Malditos de Visconti, algo pesada.


Día 17, miércoles 14 marzo 1979: ¿Que podría haber pasado anoche para variar? Sí, exactamente, llovió fuerte. Desde las 0300 h hasta las 0700 h ¡adiós mis esperanzas! Consulté a tránsito y dijeron lo que ya sabía: Todos los caminos cerrados hasta las 1500 h. Hablé con el laboratorio dos veces, por la mañana y tarde, las dos con Stella y María Eugenia. Pedí dinero. Tal vez lo reciba mañana. Serán 100 dólares = 20000 bol. O 300 dólares. Partieron los mormones. Los llevé al aeropuerto. Resultaron dos tipos macanudos, especialmente Shirt.

Espero que mañana yo pueda partir. Si no llueve esta noche, será. Hoy no llovió. Los caminos deben haber mejorado.


Día 18, jueves 15 marzo 1979: Habilitaron los caminos a las 1000 h. Cobré los 2038 bol., arreglé lo del bidón con Elder Maestas y partí a las 1030 h. Intenté comunicarme con el laboratorio a las 1050 h pero creo que estaba bloqueado por las montañas. Negativo. Hablé después a las 1540 h con Stella y María Eugenia. ¡Fantástico!

El camino espantoso. Indescriptible, inenarrable. Llegué a Villa Montes a las 1930 h o sea 9 horas, menos una hora de charla por radio, total 8 horas para hacer unos 120 km. Es fácil calcular el promedio entre 10 y 20 km/h. Pinché una goma a poco de salir de Boyuibe y el resto del viaje lo hice con los dedos cruzados. No sé qué hubiera pasado de pinchar otra vez. Encontré un camión bloqueando el camino, roto y varios ómnibus esperando. Los vadeamos. Otro camión más adelante estaba desbarrancado. Triste. Villa Montes es más grande que Boyuibe pero no mucho. El hotel es mucho mejor al menos. La gomería estaba cerrada así que desistí de seguir viaje. Dijeron que abren temprano 0630 h Veremos. 


Día 19, viernes 16 marzo 1979: No tengo muchos recuerdos de este día. Estaba en el modo regreso y creo que lo único que veía era el camino, que por otra parte había mejorado algo luego de Villa Montes pero no mucho. Pase por Yacuiba donde compré una radio para no traerme tanto bolivianos conmigo y entré en la Argentina en Pocitos a las 1500 h. Hice noche en San Martin donde llegué a las 2330 h. No tengo más datos.


Día 20, sábado 17 marzo 1979: Salida de San Martín a las 0800 h. Como prueba irrefutable de que el viaje estaba maldito, llegando a Rosario de la Frontera se reventó un neumático delantero mientras tomaba un café y manejaba con una sola mano, pero el auto y mi angel de la guarda hicieron su trabajo (¡por fin!) y no pasó nada. En la gomería no tenían el neumático que yo necesitaba por lo que compré uno usado bastante baqueteado. Llegué a Rafaela a las 2330. Hotel Plaza $7200, cena $4150.


Día 21, domingo 18 marzo 1979: Partí de Rafaela a las 0730 h y llegue a Hurlingham a las 1500 h Fin del viaje.

Fueron 5590 km a lo largo de 33 penosos días, 21 en Bolivia y regresando y los primeros en la Argentina a la ida. Partimos el 18 de febrero y regresé el 21 de marzo. Pudimos trabajar solo los primeros 8 días hasta que nos encajamos en el barro. Allí estuvimos penando durante 7 días. Después 10 días en Camiri, 7 de los cuales los pasó Byron internado en la clínica. Al final 3 días de viaje de regreso al laboratorio. Estas son las frías estadísticas. Algunos viajes son más perdurables que otros.

Fin




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